Joven y formal, lúcete con estos trajes
Si ya es difícil la vida, aún más se nos complica cuando somos jóvenes, libres y queremos vestirnos como nos venga en gana. Bueno, veamos, iremos paso a paso relatándote cómo es encontrar la forma en sentirte cómoda y fiel a tu estilo, llevando al mismo tiempo un look más formal, no nos espantemos, podría ser incluso muy entretenido.
Todo es cambio, sin darnos cuenta entramos en la vida laboral formal de mujeres adultas, pero nos vemos y sentimos como unas veinteañeras, a pesar de estar entrando en la oficina, vamos a tener que poner ojo en la ropa que vestiremos. Es que la anticuada frase de nuestras abuelas “como te ven te tratan”, es real y está más vigente que nunca. Hay buenas noticias para ir en contra de este prejuicio, resulta que los trajes para mujeres jóvenes ya no son los aburridos, oscuros y uniformes atuendos que veíamos con rechazo, hoy el estilo es pan de cada y nos sorprende con onda y elegancia.
Estamos de acuerdo que, debido a la juventud, es engorroso al principio desenvolvernos y ser quien somos con naturalidad, la autoconfianza y lo que proyectes de ti será la base de tu seguridad. El outfit preciso te entregará la llave para influenciar al resto en tu beneficio, ya sea laboral, social o incluso didáctico, con una tenida bien elegida, presentada y lúcida, tu formalidad triunfará como el toque juvenil a donde vayas.
La gran clave para lograr la misión de la formalidad y tu juventud, lo conseguirás principalmente conociéndote, sintiéndote segura con los modelos que decidas usar, sin privarte de experimentar colores, cortes y prendas que antes solo veías en gente con más años que tú. Muy por el contrario, la valentía de usar accesorios transversales en edades, te ayudará a potenciar la formalidad de tu tenida.
1. Un vestir con relajo
Asumiremos que el trabajo o el ambiente en el que te mueves, será muy parecido a tu forma de ser, por tanto, será más fácil adecuar la forma de vestirte, a una más formal. Vamos a acercar este traje formal para mujeres, a una con toques casuales y relajados, pero no menos profesional.
Existen ciertos tipos de pantalones de tela, holgados, algunos de color neutro, si encuentras uno verde limón atrévete, úsalo y marca pauta en la reunión, la idea es que te sientas cómoda, fresca y formal. Finalmente combínalo con una blusa dentro del pantalón, ojalá blanca y con manga al codo para verte aún más segura, si es una blusa corriente está perfecto, ojo que incluso funciona bien con un sweater de lino.
Sin olvidarnos del calzado y lo casual de nuestro outfit, será un acierto lucir unas zapatillas delicadas, sencillas y urbanas. Recuerda que, en esta pasada, la valentía se celebra.
2. Finanzas con estilo
Podríamos jurar que el único sitio en el que se exigiría un traje para mujeres jóvenes, sería en una bolsa de valores o en el banco universal, pues no, siempre hay una manera de disfrazar hermosamente un uniforme tradicionalmente aburrido. Bien cierto es que, en una oficina de esas características, el profesionalismo debe ser tan real como también observar en las apariencias de su staff, a pesar de eso, la comodidad vuelve a estar presente, esta vez asociada con los accesorios.
Las faldas hasta las rodillas son, además de elegantes, muy versátiles de ocupar y de combinar, suelen ser muy aprobadas en el ambiente financiero y marcan tendencia cuando se atreven a usarlas con tonos pasteles, colores suaves como el crema o el rosa, harán que parezcas juvenilmente exitosa.
3. Buffet ondero
¿Recuerdan la serie Alli McBeal?, ese sería el super ejemplo de este formal y joven traje de mujer. A pesar de ser el más clásico de todos los looks oficinistas, puede ser al mismo tiempo el más estiloso y juvenil, ¿cómo lo logró? Un vestido, un traje de dos piezas (una mini y un blazer), todo en tonos blanco y negro, pueden alcanzar total jovialidad cuando le agregas texturas, encajes y detalles en, por ejemplos, los zapatos, tu bolso o el único pañuelo de colores amarrado al cuello.
Nuevamente nos demuestra el juego, como podemos hacer realidad nuestra mejor tenida laboral sin perder la bendita juventud.
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